El pasado 16 de Diciembre, el Centro Electrónico de Idiomas (CEI) llevó a cabo una emotiva misa que reunió a todos los miembros de nuestra comunidad en un ambiente de paz y espiritualidad. Este evento se ha convertido en una tradición esperada que nos permite reflexionar sobre nuestra labor, nuestras metas y el camino que hemos recorrido juntos a lo largo del año.

Compartimos un mensaje inspirador sobre la importancia de la gratitud, la solidaridad y el servicio a los demás. Fue un momento especial donde cada asistente tuvo la oportunidad de unirse en oración y meditación, fortaleciendo así los lazos que nos unen como equipo.

Durante la ceremonia, se invitó a todos a reflexionar sobre los logros alcanzados y los retos superados. Cada uno de nosotros, desde nuestros roles en el CEI, ha aportado algo valioso que ha contribuido a la misión de la institución. Este espacio de reflexión no solo nos ayuda a valorar nuestros esfuerzos, sino que también nos motiva a seguir adelante con pasión y dedicación.

La misa también sirvió como una oportunidad para renovar nuestros compromisos con la educación y el aprendizaje. Nos recordó la importancia de nuestro trabajo y cómo impacta positivamente en la vida de nuestros estudiantes. Su mensaje fue claro: cada día tenemos el poder de generar cambios significativos en la vida de quienes nos rodean. Al finalizar la misa, se compartió un brindis que simbolizó la unión de todos los miembros del CEI. Este encuentro no solo fortalece nuestro espíritu comunitario, sino que también nos recuerda que, en la diversidad de nuestras experiencias y habilidades, encontramos la esencia de lo que somos como institución.